Nos acercamos al fin de un año más, y por ende, correspondería una disección de la situación general de la JCPE en este último año, así que, es tarea analizar y valorar tanto las cosas positivas como negativas, algo totalmente necesario también a nivel de base.
Este último año, ha sido un periodo muy ajetreado para la JCPE, donde se puede confirmar que vamos avanzando, con algunas dificultades. Este año ha estado marcado por la organización de nuestra primera Conferencia, en la que hemos sentado las bases de la Juventud Comunista del estado español y la relación con su partido, PCPE, del mismo modo hemos marcado las pautas de trabajo a realizar hasta la próxima conferencia de aquí a tres años. Pero no solo eso, desde el Comité Estatal de Dirección se ha demostrado una gran capacidad al organizar, planificar y bajar nuestra primera campaña central como JCPE, un hito no menos meritorio. Además se ha avanzado notoriamente en nuestras relaciones internacionales, se ha creado una identidad propia a nivel central, con un manual de identidad, en breve tendremos nuestra propia Web y se ha logrado poco a poco garantizar la estabilidad de las comisiones a nivel central (produciendo un mejoramiento en lo organizativo y en lo agitativo), tenemos previsto para el año que viene la organización de nuestro primer campamento y a pesar de las dificultades económicas se han ido cumpliendo los viajes previstos por el CED a distintos territorios para reforzarlos.
Por otro lado, hemos visto un aumento del número de militantes alrededor de todo el estado, destacando algunos nuevos núcleos en Andalucía y Castilla y León, además de reforzar algunos ya existentes como Madrid. Esta situación nos presenta un nuevo desafío, puesto que tenemos una organización que crece con nueva militancia, cuyas capacidades políticas y organizativa aún están por desarrollar en futuros cuadros comunistas. Esto asume un carácter primordial si entendemos que pese a ser todavía una organización relativamente pequeña, poseemos una gran carga de trabajo. Al respecto de lo último, no tiene por qué alterarnos, al revés, implica que vamos por el buen camino, pero aun así hacen falta más manos y cuadros que asuman tareas políticas importantes, no ya a nivel central sino a nivel de base, dónde más se debe dar el trabajo. Pese a ello, resulta de admiración el trabajo y el esfuerzo de muchos camaradas que han asumido esas tareas a múltiples niveles, ya sea a nivel central, intermedio o de base.
Esta política de cuadros, se hace evidente como sinónimo de política de masas, establecer el contacto con las masas es la consigna para el desarrollo de cuadros a la par que el acrecentamiento de la organización y el crecimiento de la conciencia revolucionaria en las propias masas. Para ello, debemos trabajar los frentes de masas, es simple, ningún camarada sin un frente de masas. Y es que entre muchas otras cosas un cuadro político es:
Un individuo que ha alcanzado el suficiente desarrollo político como para poder interpretar las grandes directivas emanadas del poder central, hacerlas suyas y transmitirlas como orientación a la masa, percibiendo además las manifestaciones que ésta haga de sus deseos y sus motivaciones más íntimas. Es un individuo de disciplina ideológica y administrativa, que conoce y practica el centralismo democrático y sabe valorar las contradicciones existentes en el método para aprovechar al máximo sus múltiples facetas; que sabe practicar en la producción el principio de la discusión colectiva y decisión y responsabilidad únicas, cuya fidelidad está probada y cuyo valor físico y moral se ha desarrollado al compás de su desarrollo ideológico, de tal manera que está dispuesto siempre a afrontar cualquier debate y a responder hasta con su vida de la buena marcha de la Revolución. Es, además, un individuo con capacidad de análisis propio, lo que le permite tomar las decisiones necesarias y practicar la iniciativa creadora de modo que no choque con la disciplina.
El cuadro, columna vertebral de la revolución, Ernesto “Che” Guevara. Revista Cuba Socialista, en septiembre de 1962
Por lo tanto, nos proponemos dos objetivos claros a desarrollar para este próximo año, la formación de cuadros y el trabajo en los frentes de masas, algo que está íntimamente ligado entre sí. Y es que al fin y al cabo un cuadro debe ganarse el respeto de las masas. Pero además, ¿Qué es un comunista sin las masas? Camaradas, desde la JCPE, debemos tener claro que la revolución la hacen las masas, no únicamente el partido comunista, el objetivo de este es convertirse en vanguardia de las masas revolucionarias, esencialmente de la clase obrera. Para ello, se necesita politizar a las masas y elevar la conciencia de clase de estas a un nivel superior y esto sólo se consigue trabajando junto a ellas en los FFMM y convertirse en un referente a base de trabajo. Cumplir este objetivo es meramente cuestión de compromiso y trabajo. En todos los territorios o colectivos debe de trabajarse este aspecto, es absolutamente necesario que se realice un análisis de dónde empezar a participar y cómo trabajar y ponerse de inmediato a la tarea.
Pero que quede claro, que no sólo en los FFMM se trabaja con las masas propiamente dichas, como partido o juventud también se trabaja directamente con ellas, ahí la importancia de las campañas y la buena planificación y desarrollo de estas, ya sean campañas a nivel central o local. Por lo tanto, hay que aprovechar bien los materiales centrales que se envían a los distintos territorios. Es importante que estos hagan una planificación, con previo análisis de la situación concreta de cada territorio, para la intervención y el buen desarrollo de esta, teniendo en cuenta los errores y aciertos al respecto para ir mejorando nuestra capacidad de intervención como JCPE.
Asimismo, todo esto puede quedar en papel mojado si cada uno de nosotros no asume la importancia del proyecto revolucionario. Debemos ser nosotros mismos quienes demos un paso al frente y asumamos más responsabilidad, sin esperar a que llegué una especie de “mesías” que nos lo solucione todo y haga todo el trabajo. Vamos avanzando, pero no es suficiente, no nos conformamos con un trozo del pastel, lo queremos todo, y no pararemos hasta llevar a la clase obrera al poder, para ello es indispensable el compromiso por parte de la militancia de la Juventud Comunista de los Pueblos de España. ¡Porqué la Revolución no es un capricho, es una necesidad!
Javier Cayuela, Comité Estatal de Dirección