El caso de los seis de Zaragora otro ejemplo de represión contra la lucha antifascista.
En esta ocasión hemos entrevistado a Javitxu de los 6 de Zaragoza. Estos jóvenes se enfrentan a la represión y acusaciones de seis años de cárcel por haberse manifestado contra Vox en su ciudad. La entrevista la podéis completa en nuestro canal de YouTube, en el artículo dejamos transcrito solo las preguntas referentes al caso.
Para empezar, nos puedes comentar que paso ese 17 de enero de 2019 en Zaragoza.
Básicamente, Vox en el contexto de una precampaña electoral de cara a las elecciones autonómicas celebra un mitin aquí en Zaragoza. Utilizando a demás un espacio público, el auditorio de Zaragoza. Con lo cual se decide desde el movimiento antifascista de Zaragoza convocar una manifestación.
Yo en concreto lo vi por redes sociales, vi el cartel y quise acudir a la manifestación. La manifestación terminó con cargas policiales. Tras lo cual, la única opción que tuvimos fue refugiarnos en la universidad. Ahí por lo visto sucedieron disturbios. Yo ahí decidí ir a tomarme un café con leche a un bar por ahí cercano. Al rato, cosa de media hora, básicamente entra la policía al bar y se lleva a tres chavales. Yo que estaba en la zona más cercana de la salida, me quede mirando la escena, de sorpresa, de decir que ni siquiera eso es legal. Que puedan entrar en un negocio privado, sin orden judicial ni nada, para sacar a tres chavales de manera totalmente aleatoria.
Yo no sé si fue el hecho de haber estado mirando con cara rara o lo que fuese, pero el policía en cuestión me miro y me dijo –pues tú también te vienes con nosotros-. Me sacaron y ahí fue donde empezó la pesadilla judicial. Nos detuvieron, nos llevaron a instancias policiales, estuvimos 25 horas en el calabozo y nos hicieron el juicio de instrucción.
Como has introducido el tema de las detenciones ¿Al final estas detenciones bajo que criterio fueron? Una cosa que habéis insistido mucho desde las plataformas es que al final sois gente corriente y lo que os ha pasado a vosotros, a cualquiera que acudimos a una manifestación o concentración, por ejemplo contra un mitin de Vox o cualquier otro acto estamos en riesgo de pasar esa situación. Puedes contarnos cuál fue este criterio, para detener a una persona y no a otra.
El criterio fue claramente aleatorio. Fueron seis detenciones completamente aleatorias. Cuatro de esas detenciones fueron en un bar cercano, poco tiempo después de los hechos de los que nos imputan. Luego, hay un chaval de los 6 de Zaragoza que ni siquiera participo en la manifestación. Hay otro que era su primera manifestación a la que había acudido y le detienen. Entonces, no somos radicales, no somos violentos, ni tampoco hace falta ser radical ni violento, ni siquiera haber estado en la manifestación. Es lo que comento, había dentro de los 6 de Zaragoza hay un chaval que ni siquiera estuvo dentro de la manifestación. Que simplemente paso por ahí cerca, tenía pintas y pues ya esta, se lo llevaron.
¿Cuáles son de las cosas de las que os acusan? Para justificar unas detenciones y después justificar una condena de cárcel.
En un primer momento, en el momento de la detención. De hecho yo lo pregunté -¿Por qué me estáis deteniendo?-. Lo que me dijeron es que simplemente me habían reconocido, que había participado en la manifestación en el momento en el cual está todavía era pacífica. Lo cual, si solo tenían información de que he participado en la manifestación cuando esta era pacifica esa detención no tenía ningún sentido. Luego en el atestado policial esa información se acabó transformando en que nos vieron a los seis participando en todos los actos violentos de esa manifestación, que si pateando policías en el trayecto de gran vía, que si en la universidad nos vieron tirando piedras. Que por cierto esto ya sucedió de noche.
Luego en las grabaciones que se vieron del equipo de seguridad de la universidad se vio que había una gran distancia entre los que estaban tirando piedras y la policía. Cosa que dificulta el hecho de reconocer cualquier rasgo facial o cualquier identificación. Nos acusaron un poco de todo. Porque pillaron a seis en ese momento y éramos quien teníamos que ser los cabezas de turco en ese momento.
¿Cuándo supisteis que realmente iba a ser más grave? Ya que al principio os acusaron de una cosa y finalmente de otra.
Nosotros al principio de hecho pensábamos al principio que esto no iba a prosperar. Que esto iba a ser una anécdota terrible y que ya está. Principalmente, no tenían pruebas y luego éramos inocentes. Como iba a llegar a más.
La prueba de esto, que confiábamos en la justicia, está en que nosotros al principio no hicimos campaña. Esperamos a que fuera el juicio y esperamos a la sentencia con total normalidad. Con la esperanza puesta en que no iba a llegar mucho más allá la cosa, que íbamos a salir inocentes. No había pruebas. Encima en el juicio había contradicciones entre el atestado policial y las declaraciones en el propio juicio. Pero no, pasaron a ser seis años de cárcel en la audiencia provincial de Zaragoza. Es cuando nos juzga el juez Carlos Lasala.
En el desarrollo del juicio, al principio os pedían cinco años y después subió a seis. ¿Cómo se ha ido desarrollando el juicio?
Nos pidieron seis años. Lo que nos pedía la fiscalía eran siete años y el abogado del estado, puesto que había policías heridos este participa en representación de estos policías, nos pedía ocho años. El juez Carlos Lasala como vio imposible, de hecho hay una imagen que subí a Twitter por las declaraciones de Pablo Casado cuando dijo que habíamos pateado a Guardia Civiles, subí una parte de esa sentencia judicial en la que pone que es imposible demostrar nuestra autoría en esos atentados a la autoridad.
En la Audiencia Provincial en la sentencia nos condenó a seis años a cada uno, cuando en la propia sentencia se recoge esto mismo de que no era demostrable de que éramos autores de las lesiones a los policías. Y como no era demostrable el año por lesiones grabes habíamos salido absueltos de ese año, más la multa e indemnización a los policías heridos.
Luego con el recurso que subimos al Tribunal Superior de Justicia de Aragón, fue cuando nos metieron el año de más por las lesiones grabes. Y 2.800 € de multa. Ahora, el caso se encuentra en instancias del Tribunal Supremo. Hemos recurrido al Tribunal Supremo y estamos a la espera. Porque ya en este caso la sentencia que vaya a salir va a ser una sentencia en firme. En caso de que salgan muy mal las cosas, esperemos que no, ya habría fecha de entrada en prisión.
De cara a otros casos, como es algo que cualquier persona que acuda a una manifestación, que se pongan serias las cosas y de repente puede plantarse ante acusaciones de cárcel, por algo que ni ha hecho o no tenga ni idea. ¿Cómo vosotros os habéis organizado? ¿Qué acciones habéis hecho? Por ejemplo, habéis ido al Congreso.
Para empezar, el primer consejo que puedo dar es el gran error que cometimos nosotros. Cuando pase esto hay que denunciarlo, hay que dar toda la guerra posible, hay que hacer todo el ruido posible. Porque nosotros no hicimos campaña de primeras. Y cuando nos vino la sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza la que nos metía los seis años de prisión. Fue como que nos encontrábamos un poco desprotegidos. Porque la gente no sabía que esto estaba pasando.
Entonces el primer consejo, es no cometer ese fallo de quedarse callado, quedarse rezagado, esperando que la justicia cometa su papel. Porque para empezar si tenemos una jornada laboral de ocho horas es porque se ha luchado, se ha conseguido a base de lucha y de gritos manifestaciones y huelgas. En el tema de la justicia lo mismo. Obvio que la justicia tiene que funcionar de método determinado, obvio que la justicia tiene que defender la presunción de inocencia. Si no luchas, si no das tu voz desde el minuto uno. Caes en la posibilidad de lo que nos ha pasado a nosotros. Como no se mueven, pues les metemos seis años de prisión.
Algo que me gustaría recomendar. Nuestro caos empezó a tener más repercusión a partir del 15 de diciembre, porque fuimos al Congreso. Hay que llamar a todas las puertas. Por mucho que creas que te van a decir que no. Por mucho que te digan que la justicia tiene que seguir su curso, como nos han dicho desde el PSOE. Pero por ejemplo, Unidas Podemos se volcó y seguimos llamando a esa puerta, y finalmente pudimos ir al Congreso.
Y luego de cara a la solidaridad. Es que es muy importante la solidaridad. Y hacer un llamamiento de que estos casos se empiecen a llevar no desde la individualización del caso, sino desde que esto es algo común. Es algo que ha pasado más veces. Está el caos de los jóvenes de Alsasua, que hace poco ha salido la noticia de que el Tribunal Europeo no ha aceptado su recurso. También está el caso de Alfón. Son caos mucho más frecuentes de lo que queremos llegar a pensar y pienso que la estrategia tiene que pasar a reivindicarlo desde un frente común. O desde una organización conjunta o desde una asociación, tal vez desde una asociación de víctimas de la represión. Creo que es necesario empezar a llevarlo desde el ámbito solidario y unificando las causas.
Yo me acuerdo de un caso de mi territorio, donde todas las víctimas de ese caso se organizaron bajo un mismo colectivo. ¿Tenéis algún equivalente? Alguna asociación o coordinadora.
Principalmente no. Porque es lo que hemos comentado al principio. Nosotros somos gente normal, gente que no estaba organizaba. No estamos en organizaciones, ni en partidos políticos. El hecho de organizarnos en plataforma es algo que empezamos a soltar más de cara al Tribunal Supremo. En parte es donde más trabajo efectivo se puede sacar. Pero sobre todo nos apoyamos en organizaciones ya existentes como la Coordinadora Antifascista de Zaragoza. Sin ellos habría sido imposible llevar a cabo una campaña. También hay otras organizaciones como por ejemplo anticapitalistas que se han volcado desde el principio.
Pero como plataforma como tal la única que se llegó a montar fue la de madres y padres de los seis. Donde esta mi madre y mi padre, como de otros chavales. Y yo creo que eso fue un acierto, muy bueno y muy importante. Porque es el hecho de que te vean como familia y que vean que esto afecta todos los ámbitos del individuo.
Durante este juicio se ha hablado de la importancia de las pruebas, si realmente se puede condenar a alguien sin pruebas. Esto en parte es gracias a que en España hay una ley que la llamamos la Ley Mordaza, que ahora mismo está en una reforma. Que nos puedes contar de esto.
[…]Por parte de mi defensa, nosotros llevamos tres testigos. Tres testigos que me vieron en todo momento de la manifestación. Un amigo mío que se fue cuando sucedieron las cargas policiales y un amigo que se quedó hasta el final de la manifestación que me acompaño hasta el bar. Y que vio como entraba al bar a tomar un café con leche. Si ponemos a un mayor nivel las palabras de la policía que la de cualquier otra persona, ahí tenemos un problema serio.
Luego, en nuestro caso. Sí que hay pruebas, la única prueba objetiva que hay es la que demuestra nuestra inocencia. Son las grabaciones de seguridad de la universidad de Zaragoza. Y nosotros hicimos un peritaje. Que además no fue nada barato, nos costó 1.200 €. Que pagamos de nuestro bolsillo. Y en ese peritaje toman de referencia mi silueta entrando en la universidad de Zaragoza, toman como referencia mi estatura, mis rasgos faciales, la vestimenta que llevaba, los accesorios que llevaba. Iba con una mochila, ya que acaba de salir de currar y había ido a la manifestación. Y con ese peritaje hacen un informe de que esta persona no ha participado en ningún acto violento de cuál se le imputa.
Este peritaje no solo fue rechazado, que no sé si con cierta sorna. No sé muy bien por qué. El Tribunal Superior de Justicia de Aragón dijo que era una prueba que no era útil, y que encima no era necesaria. Porque con la palabra de la policía bastaba. […]
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